martes, 25 de junio de 2013

Síndrome (pre)vacacional

La semana pasada estaba yo tan... tranquila, si, tranquila, cuadrando la agenda con mi querido novio, de ahora en adelante Dante, que conste que teniendo un montón de nombres para escoger se ha pillado este, así que las quejas/preguntas de si lo ha sacado del juego o de la novela al susodicho (os adelanto la respuesta: de los dos sitios). Pues volviendo al lío, estaba yo delante del ordenador cuadrando fechas y posibles destinos mientras oía una voz de fondo que me iba diciendo que si a todo cuando... redoble de tambores... me conecto a una conocidísima web de alquiler de coches. El primer paso en estas páginas siempre es introducir los días que vas a querer el coche, pues bien, me miro el desplegable y...

-NO SALEEEE!!!!!!!! POR QUÉ NO SALEEE?!!!! Mierda de página de los piiiiiiiiiip.- Esta soy yo con toda la tranquilidad del mundo intentando descubrir, por las buenas, por qué no sale lo que tendría que salir.

-Ni idea, pregúntales.- Este es Dante dando soluciones allá donde va.

En fin, como no había manera les escribí un mail preguntandoles si tenían coches disponibles o es que su página es tonta y no me entiende.

Al cabo de un rato...

- Jajjaaajiiijijijijiji, no te lo vas a creer, jijijijij jejejeje. - Esta sigo siendo yo intentando parecer menos tonta de lo que ya soy/me siento/parezco.

-Qué has hecho ya?- Dante, como siempre, viéndome como la pobre víctima de todo el asunto.

-Pues... es que quería seleccionar el día 14, cuando este viernes es 21... -Lo dicho intentando parecer menos tonta de lo que soy/me siento/parezco.

-... [cric-cric-cric]... - tanto silencio da miedo.- Soy idiotaaaaa, una persona incapaaaaaaaz [y sigue...]
- Vale, ya sabía yo que tanto silencio no podía acabar bien...

PD: Los de "Mi amigo Pepe" me contestaron en menos de una hora diciéndome que si no les indicaba los días que quería y en qué ciudad iba a coger el coche, poco podían hacer. Entonces me di cuenta que me había convertido en mi peor pesadilla: una luser. Como castigo me quedo sin vacaciones.

PD2: Es brooooooma. Me quedo sin vacaciones porque tengo que estudiar, pero no pasa nada, ya haremos algo por la ciudad. Dante está como unas castañuelas jugando a videojuegos mientras yo intento estudiar sin que la tentación de viciar/jugar a los juegos que me acabo de comprar me destruya.

PD3: Si hacéis clic en Soy idiotaaaaa etc. podréis escuchar la canción entera.

sábado, 1 de junio de 2013

Hoy tengo un mal día

Hoy tengo un mal día y sólo acaba de comenzar. 

A veces pienso que algunos profesores quieren que sus alumnos se depriman y suspendan. Me ha pasado más de una vez que le pones toda tu ilusión y ganas en algo y después aparece el típico profesor aplasta-sueños que, en un santiamén, te deja sin una gota de energía. 

Siempre he creído que un buen profesor era aquel que te animaba en las verdes y en las maduras. En cambio, en la cueva del averno donde voy yo a estudiar se ve que si sacas un 8 es tan mala nota como si sacaras un 1, y cuando sacas esta última... las puertas del infierno se abren y ya no puedes volver a salir. 

En cambio, he tenido otros profesores que han sabido estimular y motivar para sacar lo mejor de sus alumnos, no sólo de mí (ya os digo que esos se pueden contar con los dedos de una mano y aún me sobran). Hacer un trabajo obligatorio para alguno de estos era hasta divertido y eso que la asignatura en si era un tostón de los gordos, pero ellos sabían qué tenían que hacer para que sus alumnos no se durmieran en medio de la clase o para que no hiciéramos pellas. Y sin embargo, esta es la tarea de un profesor: motivar a sus alumnos, da igual que sea el empollón de la clase o el que, pobre, no deja de sacar ceros. Lo que nunca se tiene que hacer es destruir la moral del alumno, aunque sepas que no lo puede conseguir, tú tienes que mirártelo y decirle: oye, que se que tú puedes, tranquilo, yo estoy aquí por si tienes alguna duda. Pero la mayoría se pasan eso por un sitio que yo me se y lo único que te dicen es: uy, pues te lo veo difícil para aprovar (con un tono de fondo que es como si te dijera que se la suda enormemente si lo intentas o no). Eso no es un profesor, es alguien que han puesto ahí porque mira, el sueldo está bien, las vacaciones molan y el aire acondicionado es la repera. 

En fin, pues aquí estoy. Intentando hacer todo lo posible por aprobar, aunque francamente, viendo las dotes comunicativas de mi profesor, lo único que tengo ganas de hacer es de coger mi mantita, acurrucarme y susurrarme algún mantra como: ya está, ya está, ya se ha ido el hombre malo.