lunes, 14 de noviembre de 2011

Feliz reencuentro

Hacía tanto que no me pasaba por aquí que ya había olvidado que tenía un blog. Feliz reencuentro.
Últimamente no es que me hayan pasado muchas cosas nuevas, me limito a vivir y a trabajar mucho, por fin tengo claro qué es lo que tengo que hacer y me siento bien por ello. Cuando encuentras tu lugar en el mundo o hallas las ganas de luchar y de seguir adelante, todo es mucho más fácil.



Siempre tendrás ganas de renunciar y tendrás la sensación de que no vas a ninguna parte, pero esto es normal, todo el mundo tiene momentos de flaqueza. Lo importante es seguir con la cabeza bien alta tu camino y hacer aquello que tu corazón te pida que hagas.

Estoy cansada, no tengo nunca tiempo libre, voy cortísima de dinero, pero soy feliz. Una sonrisa puede hacer brillar nuestra vida y un abrazo hacer huir parte de la oscuridad que teníamos encerrada en nuestro corazón. Tiempo al tiempo, los tiempos mejores siempre llegan, siempre.



La felicidad no es un estado de ánimo, ni el objetivo final de nuestra vida, es el camino. Disfruta de todos los momentos y de todas las experiencias que pasan por tu vida, porque una vez pasadas, no volverán. Mirad a vuestro alrededor, la felicidad está en aquellas pequeñas cosas que muchas veces pasamos por alto: en una sonrisa, en un abrazo, en unas palabras de consuelo... no las dejéis escapar. Sonreíd ^^

sábado, 17 de septiembre de 2011

Yo era una dreamer

Era una persona soñadora, que luchaba por aquello en lo que creía, que soñaba en ser una artista en cantar a todas horas y que todo el mundo oyera mi voz y escuchara mis letras. ¿Qué ha hecho que mi sueño de desvaneciera? ¿Qué ha hecho que estos últimos 6 meses me haya convertido en la sombra de lo que en un día fui? La respuesta es muy simple, una traición. 
Siempre me ha costado abrir mi corazón a los demás, soy una persona con poca confianza en mi misma y la posibilidad que me hagan daño me da tanto miedo que siempre me escondo detrás de mil máscaras. Parecerá todo lo contrario, pero mi verdadera yo está escondida dentro de mí, acurrucada entre sus brazos y llorando, porque este mundo le da demasiado miedo para salir. La experiencia me ha enseñado que no se puede confiar en los demás, que no puedes abrir tu corazón a la primera persona que pasa, pero parece que ni a mi misma me hago caso. A veces, encontramos a alguien que nos hace reír, sentirnos bien, que nos hace soñar, que nos anima y que nos hace despertar otra vez una fe ciega en la humanidad, porque no todo el mundo quiere aprovecharse de nosotros ¿no?. Siempre he sido una inocente, este siempre ha sido y es mi gran defecto. 

Conocí a alguien o digamos que redescubrí a alguien que siempre me había parecido interesante. Creí que había conseguido un amigo que sería capaz de entenderme, de darme ánimos, de darme consejos para seguir mi sueño. Al principio era así, me ayudaba, me pegaba broncas serias, porque los amigos están para eso, para abrirnos los ojos. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y en este caso lo que en un principio parecía oro se transformó en carbón. 

Entonces comenzaron las pesadillas, las noches sin dormir, los días en los que no paraba de vomitar y de llorar. ¿En qué momento permití que esa persona penetrara mis barreras y llegara a mi verdadero yo? ¿En qué momento dejé que alguien a quien casi no conocía jugara con mi cabeza y me reprogramara como si fuera un simple programa de ordenador? ¿En qué momento dejé de pensar por mi misma y de creer ciegamente lo que me decía mi titiritero? Que alguien te toque canciones "íntimas" con una guitarra y te haga reír, no le da derecho a jugar con tu cabeza, hacerte sentir inferior, jugar con tu autoestima y hacer contigo lo que quiera. Pero esa vez perdí, mi instinto me falló o puede que no quisiera escucharlo y caí en un pozo sin fondo completamente negro. 

¿Sabéis? Nadie sabe realmente las noches que yo he pasado en vela por culpa de recuerdos que aún me atormentan. Nadie sabe los días que pasé sin comer, sólo llorando y pensando que puede que todo fuera más fácil si yo no estuviera aquí. Nadie sabe las clases que perdí, los sueños que dejé correr, las veces que me di por vencida antes de intentar nada porque alguien me había hecho sentir que yo no podría ser nunca nada. La de veces que en esas noches después del desastre dormí con un cuchillo al lado, sé que nunca hubiera tenido el valor de acabar con todo, pero saber que podía me hacía recuperar momentáneamente la calma. Nadie sospecha que aún no lo he superado, que a veces aún me despierto por la noche llena de miedo, asustada porque alguien vuelva a hacerme lo mismo, que algún amigo no lo sea realmente, sino que detrás de sus sonrisas y de sus palabras de apoyo se esconda alguien que quiere hacerme daño otra vez. Pero entonces miro quién está dormido a mi lado y no puedo evitar sonreír. Mi ángel de la guarda, si no hubiera sido por él aún estaría sumida en la oscuridad y cierta persona aún me podría utilizar a su antojo. 

Por desgracia, aún hay canciones que no puedo escuchar porque me hacen encoger el corazón y sentir que volveré a estar tan mal como al principio. Y no me permito llorar, antes echo a correr, lástima que no se puede estar toda la vida huyendo, porque los errores se tienen que asumir, una tiene que levantar la cabeza y decir con voz bien alta que ya basta. Hay mucha gente mala en este mundo, demasiada, pero por suerte, hay gente que no se merece que me preocupe por los fantasmas del pasado. Siempre habrá alguien que, con paciencia infinita, me ayudará a levantarme y que me limpiará las lágrimas cada vez que estas resbalen por mis mejillas. Por él, por mí, tengo que dejar de llorar por esto y superarlo del todo. Me llevará tiempo  volver a confiar en posibles nuevos amigos, pero bueno, tiempo al tiempo. Lo importante es que me sienta bien conmigo misma y, sobretodo, que me haga más fuerte para no volver a decepcionar a nadie más.

Siempre habrá titiriteros que intentarán ligarme a sus hilos. Ahora ya conozco a uno y he cortado sus hilos, no volverá a hacerme daño, pero tampoco quiero que intente hacer lo mismo a las personas que quiero. Así que cuidado, a veces un lindo corderito puede ser el peor de los lobos. Y la mayoría de las veces, una corderita herida puede convertirse en una princesa guerrera.

Me he hartado de perder y de sufrir y hacer sufrir. Fin de la historia. 



lunes, 12 de septiembre de 2011

Nuevo comienzo

Volver a clase, sentarse otra vez en esas sillas que de cómodas tienen bien poco, intentar escuchar y entender todo lo que te dicen, intentar que los párpados no se cierren, intentar seguir con los pies en el suelo. 

Siempre es duro volver a caer en la rutina, se estaba tan bien todos estos días en la cama... Pero no siempre podemos estar de vacaciones, aunque a mi cabeza le encantaría seguir en su mundo un poco más. Cuando la gente piensa en la universidad le pasan por la cabeza un millar de cosas, no sólo el estudio, sino también los amigos, las escapadas al bar, ese refugio que nos esconde de los profesores y de sus clases, fiestas, risas... Una vida universitaria como dios manda tiene que tener todos estos elementos, sin embargo, a veces lo que acabamos teniendo es todo lo contrario. Aunque supongo que, después de todo, da igual. Somos jóvenes, estamos llenos de energía y no tenemos por qué basar nuestra vida en las fiestas, la verdad es que yo tengo más ganas de hacer otras cosas. Lo importante es aprovechar el tiempo, porque este no vuelve. 



El tiempo está en nuestras manos y depende de nosotros decidir cómo lo gastamos, con quién y en qué. 

viernes, 26 de agosto de 2011

Miedo a nosotros mismos

Ser fuerte no quiere decir cantar una canción sobre lo mala que es el resto de la humanidad y quedarte tan ancho, sino que aparte de cantar esa canción, tienes que coger el toro por los cuernos y enfrentarte a aquello que te da más miedo. ¿Los demás te dan miedo? ¿Te da miedo lo que digan sobre ti a tus espaldas? ¿Que finjan ser tus amigos para después dejarte de lado? Tonterías. El verdadero miedo es el que nos tenemos a nosotros mismos. Ese miedo que nos impide avanzar, hacer aquello que más nos gusta, porque simplemente no nos vemos capaces de ello. 




Es evidente que la opinión de los demás siempre puede hundirnos o llevarnos a lo más alto, pero no tenemos que olvidar para quién hacemos todo lo que estamos haciendo. ¿Quieres hacer feliz a los demás o a ti mismo? Si no encuentras respuesta para esta pregunta, amigo mío, estás perdido. Los demás siempre te pueden fallar, siempre pueden dejarte si ven que no van a sacar nada de ti, pero la única persona que tendrás contigo toda tu vida eres tú mismo. Si no te haces feliz a ti... ¿qué te queda? 
Con esto no quiero decir que tenemos que escondernos de los demás para que no llegue el día que nos hagan daño, doy fe de que me han hecho muchas veces daño, pero no por eso he dejado de creer en aquellas personas que siempre están ahí. Simplemente, he llegado a la conclusión de que también necesito quererme a mi misma tal y como soy, con todos mis defectos y todas mis fortalezas, pero sobretodo con todos mis miedos. Los acepto, sé que están ahí y poco a poco les voy poniendo remedio. Sólo se necesita tiempo para superarlos y un poco de paciencia, nada dura para siempre y los miedos menos, sólo tenemos que aprender a luchar contra ellos y a echarlos de nuestra vida. 


Ten fe en ti mismo. Eso es lo que te salvará de la oscuridad y te hará ver la luz otra vez. 

lunes, 22 de agosto de 2011

Cosas que pasan y...

que te las buscas. Seamos sinceros, ¿cuántas cosas de las que han pasado en nuestras vidas han sido buscadas? Después nos quejaremos que no nos lo esperábamos, que esto no tenía que ser así, pero todo lo contrario. Nuestra cabeza, que a veces tiene un sentido del humor un poco retorcido, es capaz de prever muchas de las cosas que nos pasan. ¿La escuchamos? No. ¿Hacemos algo para solucionarlo? Tampoco. Es más fácil dejar pasar el tiempo, creer que todo se solucionará con un poco de paciencia, que si nos quedamos quietecitos, puede que la suerte nos sonría. 
Seguid esperando y veréis pasar vuestra vida por delante de los ojos, veréis escapar un montón de oportunidades, un montón de sueños y un montón de sonrisas que habríais podido provocarlas vosotros. 
Lo siento, pero este tren no pasa dos veces, si no te subes ahora, nunca más podrás volver a alcanzarlo, porque la vida no es como la película Tic-tac, aquí nadie te ayudará a tirar el tiempo atrás. Lástima, porque cuando era pequeña era mi película favorita, que triste. Aunque cuando creces, te das cuenta que hay cosas que por mucho que las esperes, nunca suceden. 

Por todo esto, he decidido jugarme el todo por el todo. Que me equivocaré, seguro, pero espero no tener que lamentar no haber tenido suficiente valor para decir/hacer lo que deseo. 


Entrada dedicada a dos personas que este sábado pasado me enseñaron muchas cosas, más de las que esperaba en un principio. A veces, si tienes paciencia y juegas bien tus cartas, aunque el azar quiera que pierdas, puedes salir ganando. 

Sueños que al final se cumplen. No hay nada como tener un poco de paciencia, ¿verdad? ;) 

jueves, 4 de agosto de 2011

Estoy aquí

Mírame, ¿no me ves? Estoy aquí, esperando un momento que no llega, esperando una libertad que creía extinta, esperando, al final, quién sabe qué. Estas notas que escucho me transportan al mundo de los sueños, esta voz me hace recordar tantas cosas... tiempos mejores, tiempos peores, ¿qué más da? Sólo sé que mi cabeza evoca momentos que ya creía olvidados, momentos que vuelven una y otra vez a recordarme errores que ya creía enterrados. 
¿Seré menos perfecta para tus ojos si te digo que tengo miedo? Miedo de crecer, de dejar de soñar, de perderme entre mis pensamientos y no volver. Tengo miedo del mismo miedo. Pero, ¿quién no lo tiene? Miedo de perder, miedo de no volver a sentir esa calidez que me hace sonreír, miedo de perder esos brazos que son el salvavidas de mi cordura. 



Todos tenemos miedo de perder aquello que realmente nos importa, de perder todo lo que le da sentido a esta vida tan extraña. Mi mayor miedo es el silencio que queda detrás de una partida. Cuando lo oyes, le juras a tu corazón que será la última vez, porque este es uno de esos silencios que se te instalan en el corazón y que ni el tiempo, ni una nueva vida pueden borrar. 

viernes, 29 de julio de 2011

Canciones

Es increíble el parecido de algunas canciones a tu vida. Hay canciones que las escuchas y no puedes dejar de pensar en que parece que la hayan escrito para ti. A veces, una canción te anima, otras puede hundirte, pero la mayoría de las veces no somos conscientes de lo importante que es la música en nuestra vida. 

Hace un tiempo, descubrí una canción que me ayudó mucho en un tiempo que no era yo misma. Cuando la escuché por primera vez no me podía creer la similitud de esa canción con mi propia vida, con mis propios errores. Canté esa canción horas y días y seguramente gracias a ella no me volví loca del todo. 
Esta canción no está cantada ni escrita por un músico famoso, está sacada más bien de una serie, una serie que me ha hecho reír mucho, llorar algunas veces y sentirme mejor la mayoría del tiempo. La historia que los guionistas o los que crearon la canción intentaron transmitir se adecuó perfectamente a mi vida, yo también me había equivocado y como la protagonista de la canción, ahora sufría las consecuencias del error más grande de mi vida. Puede que la televisión no sea tan mala, a veces aprendes cosas nuevas y hasta puedes aprender cómo solucionar tus problemas. 






So I throw up my fist
Throw a punch in the air and
Accept the trust that sometimes life isn't fair
Yeah I'll send out a wish
Yeah I'll send up a prayer
And finally someone will see
How much I care


miércoles, 27 de julio de 2011

Crecer, seguir soñando...

Hay veces que sería muy divertido dejarse llevar, hacer todo lo que te pide el cuerpo y no tener que pensar en las consecuencias. Sería divertido no tener que preocuparse ni por leyes de la gravedad, ni por el sentido de supervivencia, sólo saltar y volar lejos, muy lejos, donde las preocupaciones fueran mitos y las obligaciones no existieran.

Me gustaría hacer las cosas de forma diferente, ser otro tipo de persona, alguien más valiente que pudiera expresar todo lo que siente de forma clara, alguien que no se escondiese continuamente y que fuera capaz de darlo todo por aquello en lo que cree.
Aún tengo años para perfeccionarme, nunca es tarde para crecer o aceptarse a uno mismo, porque a cierta edad hay cosas que tampoco se pueden cambiar.

Lo único que me consuela es que todos estaréis ahí para echarme una mano, la soledad no es algo que lleve muy bien. Aunque hay cosas que tengo que hacer sola, hacerme más fuerte es mi meta, y sé que lo conseguiré, pero lo primero es seguir luchando por mis sueños porque eso es lo que mueve mi mundo y no tengo ganas de que deje de girar.


Nunca dejes de soñar, porque eso es lo único que puede mantenerte cuerdo y vivo. 

jueves, 7 de julio de 2011

Con valor

Ahora que, en teoría, estoy de vacaciones y tengo más tiempo para pensar, me doy cuenta que mi cabeza tiene pocas ganas o nulas de trabajar. A todos nos pasa supongo, pensamos mil y una cosa para hacer cuando tenemos tiempo y, al final, lo último que haces son todos esos proyectos que dijiste que harías cuando tuvieras tiempo. Sólo espero poder superar este "pequeño" percance llamado vaguería (google no es vago, porque no conoce la palabra xD) y poder hacer todo eso que dije que haría. Para comenzar con mi lista de tareas, he decidido escribir y colgar una canción y un vídeo que me han animado mucho estos días de estudio incansable. 
Se me hace raro tener que admitirlo, pero ahora les veo mucho más significado a esas películas que veía cuando era pequeña. Cuando eres pequeño ves las aventuras, sufres por el personaje, quieres que gane al mal, pero ahora me doy cuenta de todo lo que tiene que sufrir el pobre héroe para superarlo todo y me identifico con él o ella, en este caso ella, porque la vida no es tan bonita como la tenía pintada a los 5 añitos. 
Por eso, esta canción me ayuda a superarlo todo, a levantarme y decirme: Oye! Que tú puedes! Y tengo razón, yo puedo, y por eso lucharé por todo aquello que quiero ser en la vida, lucharé para que nada ni nadie me pare, porque ya me paro suficiente cuando me pillan mis bajones. Así que ahora toca afrontarlo todo con valor y de paso creo que buscaré en casa las películas de disney, a ver qué puedo aprender de bueno en la Bella durmiente xD 





Con valor, seré más raudo que un río bravo. Con valor tendré la fuerza de un gran tifón. Con valor, con la energía del fuego ardiente la luna sabrá guiar el corazón. 

martes, 21 de junio de 2011

Vorágine de sensaciones

Debe ser el calor que a todos nos tiene locos, sino no me explico que hago con unas hormonas de una adolescente. Yo que me creía una persona adulta y madura... 
Cuanto más pasa el tiempo, más me doy cuenta que aún me quedan muchas cosas por aprender. Te levantas un día, te equivocas en mil cosas como de costumbre y piensas: yo antes no era así. Puede que sí, puede que no. Nuestra memoria es demasiado subjetiva, demasiado maleable y puede que lo que tú recuerdes de una manera, otra persona que también estaba ahí te lo explique a partir de sensaciones distintas y ale, ya tenemos dos realidades diferentes. Cuál es la verdadera? Puede que las dos, puede que ninguna o puede que eso que creemos tan vívido en nuestra memoria no haya sucedido nunca o sí que lo haya hecho, pero en nuestra imaginación. 



Y la eterna pregunta es: por qué estoy pensando ahora en todo esto? Porque me acabo de levantar y a mi cabeza le gusta pensar cosas raras, sobretodo después de haber tenido un sueño surrealista. Soy así y me acepto tal y como soy, mal iríamos si no lo hiciera. Y vosotros? Qué es lo primero que se os pasa por la cabeza cuando os despertáis? 

lunes, 20 de junio de 2011

Hola de nuevo

Lo admito: soy un desastre. Esto de la constancia no es lo mío. Siempre me digo, hoy escribiré, contaré algo que me haya sucedido y mira que, por desgracia creo, me han pasado un montón de cosas, pero nada, muchas veces abrir la caja de Pandora es contraproducente. Aunque hoy me siento más fuerte, más yo y creo que ha llegado la hora de darle un poco de vida a esto. No prometo escribir cada día, porque al tercer día ya habría incumplido mi promesa, pero prometo escuchar mis pensamientos más a menudo y dejarme llevar por ellos más veces que sólo de vez en cuando.

En fin, espero que nos veamos más a menudo. Intentaré no dejar el blog abandonado e intentaré dedicarme un poco más a mi misma, que eso hace mucha falta ^^

martes, 15 de febrero de 2011

El tiempo pasa

Aún recuerdo esas manos que me sujetaban para que no me cayera, esa sonrisa que me alegraba las mañanas o esos consejos que hacían que fuera un poquito más mayor cada día. Pero los años pasan y, para bien o para mal,  un día tenemos que salir del nido y levantar el vuelo. Muchas veces querríamos volver al nido que nos vio nacer, escondernos de esta realidad tan confusa y dejar que otros tomaran decisiones por nosotros. Sin embargo, llega un día que tenemos que demostrar, no sólo al mundo, sino también a nosotros mismos y a la persona que nos lo ha enseñado todo, que ya ha pasado el tiempo de esconder el rostro debajo del ala, que nos han enseñado bien y que ya es hora de demostrar que también sabemos valernos por nosotros mismos.

No te negaré que hay veces que querría volver atrás, volver a ser una niña pequeña sin preocupaciones sería casi un sueño hecho realidad, pero ¿sabéis qué? Ya es hora de abrir las alas y saltar al vacío y si me estrello, al menos espero poder levantarme otra vez.







¿Que queréis que os diga? Echo de menos a mi madre, pero al menos lo admito. Tener a alguien que te apoye siempre, que te ayude y te diga lo que tienes que hacer en esos momentos difíciles, es un gran chollo. Pero también echo de menos a esa madre-amiga a quien se lo contaba todo, esas risas cómplices cuando nos reíamos del mundo y esas confidencias a las 7 de la mañana o a las tantas de la noche que parecían que tenían que durar siglos.
Ahora estoy lejos y lo máximo que tengo son unas pocas conversaciones por teléfono, pero hacerse mayor es esto, tirar para adelante y no mirar atrás. Aunque de vez en cuando, necesito volver a sentirme como una niña pequeña y me refugio en los brazos de mi madre.

El tiempo pasa, pero no todo tiene que cambiar.